Por Mike F. Blume

Mateo 3:16-17 Y Jesús, después de que fue bautizado, salió del agua; y he aquí que los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y descendía sobre él. Y hubo una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado, en quien estoy muy satisfecho.

 

 
Juan 17:1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti.
 
 
La idea del Hijo que habla al Padre demuestra que el Hijo y el Padre son distintos. Pero la pregunta es ¿cuál es la distinción allí presente? La opinión de la doctrina Trinitaria es una distinción de personas, mientras que nosotros decimos que es simplemente una distinción de manifestaciones simultáneas de Dios. La razón por la cual los trinitarios creen que son dos personas diferentes es porque ellos no pueden ver a Dios manifestándose simultáneamente en dos maneras de las cuales una manifestación puede hablar a la otra, y sin embargo esas manifestaciones siguen siendo un sólo ser. Piensan que tal cosa es imposible para con los humanos, así que por lo tanto es imposible para el Ser que es Dios. Con esta errónea forma de razonar "limitan" a Dios a las capacidades de las personas en cuanto se refiere a este concepto. Saben que Dios es supranatural en otras cosas, y nunca lo limitarían a no poder hacer maravillas, pero no se dan cuenta de que lo están limitando en esta área.
 
Cuando estamos hablando sobre Dios, debemos comprender que no podemos compararlo con cualquier cosa, mucho menos con los seres humanos. Sus capacidades son simplemente formidables. Y puesto que nada en la Biblia indica que él sea dos o más personas, nosotros no debemos asumir de manera simple que porque vemos al Padre hablar al Hijo es porque allí hay dos personas. No es ilógico que la humanidad de Jesús ore a Dios su Padre de manera que Él se manifieste simultáneamente como Padre e Hijo del Padre, y sin embargo que sean un solo ser. Todos entendemos que estamos hablando de Dios aquí.
 
Un Trinitario me dijo que también puede decirse que cualquiera que en estos pasajes no piense que Dios es la asociación de tres personas está limitando a Dios ¡Pero tal conclusión es ilógica! En este lugar de la Biblia no se encuentra ninguna declaración de que Dios sea tres personas, así que no hay ninguna razón en estos textos, para que uno parta desde ese punto de vista y acuse a la gente que no concibe a Dios como tres personas de limitar a Dios. Tal discusión no tiene ninguna base de sentido ni de razón. Está partiendo de un punto de vista en el cual uno asume que Dios debe ser tres personas y después razona sobre esta idea premeditada.
 
Un caso famoso de la limitación trinitaria de Dios, se encuentra en su análisis del bautismo de Jesucristo.
 
Mateo 3:16-17 Y Jesús, después de que fue bautizado, salió del agua; y he aquí que los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y descendía sobre él. Y hubo una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado, en quien estoy muy satisfecho.
 
Algunos trinitarios que han analizado mejor estos textos, saben que esta parte de la Escritura no puede ser tomada para referirse a la trinidad. Pero muchos se han referido a estos textos y me han dicho que allí se prueba la trinidad de personas. Preguntan ¿Cómo podría una parte de una misma persona estar en el agua, a la vez hablar desde el cielo y también descender en una forma corporal sobre él mismo? El error grave en su pensamiento cuando dicen tales cosas, es que están comparando las capacidades de Dios con las de las personas. Ya que los seres humanos no podemos aparecer simultáneamente en distintos lugares, entonces piensan que Dios tampoco puede hacerlo. ¡Pero Dios es Dios! ¡Él no está sujeto a nuestras limitaciones!…
 
…Cuando nosotros deseemos hablar acerca de Dios, sólo podemos apoyarnos sobre lo que de él se escribe explícitamente en la Biblia. ¿Cómo podemos atrevernos a agregar a las declaraciones encontradas en la Escritura y además a asumir cosas sobre Dios que las Escrituras jamás nos enseñan? Y puesto que no hay ninguna declaración explícita en la Biblia dondequiera que se diga que Dios es tres o que es la asociación de tres personas no podemos argumentar eso. Usted debe asumir únicamente lo que la Escritura enseña explícitamente: Que Dios es un ser único e indivisible… Un Dios. Nadie está al lado de él, y nadie es como él.
 
Ahora, en este punto, los trinitarios dirán que ellos convienen en que Dios es uno. Pero “Dios” para ellos es "una trinidad." Aún cuando decimos que nadie está al lado de Dios o como Dios, reinterpretan ese pensamiento y creen que usted está diciendo que nadie es como la trinidad y nadie está al lado de la trinidad.
 
Ven toda la Escritura a través del cristal manchado de la trinidad. Reinterpretan todo con una rejilla perceptiva. Mencionan a "Dios" y reinterpretan inmediatamente ese pensamiento con su rejilla perceptiva para significar a "tres personas". De esta manera llega el momento en que este pensamiento se aloja en sus mentes, y siendo así cambiaron ya su significado en el pensamiento de una trinidad de personas. Los han condicionado a pensar esa manera. Pero la llave a su reflexión sobre esa herejía, debe ser efectuada para comprender que la Escritura no les entrenó para pensar esa manera. Fue un entrenamiento adicional no Escritural el que experimentaron. Fueron enseñados por la gente en quien pusieron la confianza creyendo que todo lo que ellos enseñan es verdad. Nunca se detuvieron a reflexionar que la opinión de las Escrituras nada habla sobre el “Dios que era tres.” Y es una doctrina tan popular, que muchos piensan de manera muy simple que su número de adherentes justifica su validez.
 
Si fueran dejados solos en un cuarto leyendo la Biblia sin nunca haber oído hablar de Dios, ellos nunca caminarían por el camino de los que creen que Dios es eternamente tres personas. Nada verifica eso en la Biblia. Verían al Hijo hablar al Padre en el Nuevo Testamento, pero nada exige que éste sea el caso para toda la eternidad.
 
Esto trae a colación una situación muy importante. Los trinitarios piensan que el Padre podía hablar al Hijo desde toda la eternidad, y llegaron a esa conclusión después de ver que en el Nuevo Testamento el Padre habla al Hijo y viceversa. Incluso no se detuvieron a reflexionar que es la Deidad la que habla a la humanidad de Jesús, y que la humanidad fue tomada cuando se dio la encarnación. Nunca vemos al Padre hablar al Espíritu Santo, o viceversa. ¿Por qué? Es porque no son personas distintas. La razón por la que vemos que el Hijo ora al Padre es porque la humanidad confía en la Deidad. Como nuestro ejemplo perfecto y por ser en todo sentido un ser humano, debe confiar en Dios, siendo inclusive el Dios manifestado en carne como una persona humana. Note que usted nunca vemos que el Padre le ore o le hable al Hijo. Hay sólo un caso en el cual aparentemente se dio esto.
 
Juan 12:28-30 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado y lo glorificaré otra vez. Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: un ángel le ha hablado. Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de vosotros.
 
Esta fue una forma de demostrar a los discípulos una verdad para construir su fe. Aquí no se habla de una conversación literal entre el Padre y el Hijo dónde el uno charlaba con el otro tal como en una conversación normal entre las personas humanas, en la que la charla se va dando progresivamente entre las interlocuciones del uno y del otro, sino que más bien es una súplica, una oración a Dios, de la misma manera en que usted y yo rogamos a Dios.
 
Nunca leemos algo como esto: "él Padre le dijo al Hijo". Podemos apreciar que realmente no fueron diálogos tal como usted y yo hablaríamos el uno al otro. Dios nos ha hablado a usted y a mí, pero no por medio de una voz audible. Cuando él habla audiblemente, cosa que ha ocurrido raramente, es en casos similares al de Juan 12:28, en un momento supremamente especial para construir la fe, o algo similar.
 
No vemos allí ninguna conversación tal y como se da entre dos personas humanas. El punto es que la oración al Padre es la manera en que nosotros mismos oraríamos o hablaríamos al Padre puesto que somos humanos que dependemos de su poder. Como Hijo de Dios, la humanidad tuvo que depender realmente de la Deidad para lograr su trabajo.
 
Su humanidad rogó a su Deidad. ¡Nosotros no podemos hacer eso porque ninguna parte de nosotros es Divina! Somos terminantemente seres humanos. Jesús en cambio era verdaderamente hombre y verdaderamente Dios.
 
Así pues, indicar que Dios no se puede comparar a las limitaciones humanas y después explicar con ese razonamiento que debemos aceptar la doctrina trinitaria, es exactamente el error que la doctrina de la trinidad ha hecho. Debemos basar nuestros pensamientos sobre lo que la Biblia enseña explícitamente, y no debemos asumir nada más.
 
Por 1.500 años, los Hebreos conocieron a Dios como un solo Ser. Cuando vino Cristo, Él no se pasó enseñando cómo es que Dios es la asociación de tres personas, cosa que habría sido necesaria si fuera ése el caso. Ningún libro de la Biblia dedica tiempo a explicar cómo es que Dios es una trinidad. En cambio el silencio abrumador de la Biblia sobre esa enseñanza, nos fuerza a concluir que Dios es un solo Ser, tal y como lo presenta el Antiguo Testamento, y que ese Dios se manifestó en maneras simultáneas, las cuales pueden aparecer en una mente con conceptos preconcebidos, como más de una persona.
 
 

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